Unas 150 personas, incluido un gran número de niños, se mudaron hace tres días a los soportales del templo, donde duermen sobre colchones o mantas, algunos en tiendas de campaña, y donde cocinan.
"Vamos a permanecer en la capital hasta tener una respuesta concreta del presidente, Horacio Cartes. Esperamos que promulgue la ley y nos permita regresar a la tranquilidad y paz de la que depende el futuro de nuestros chicos", dijo hoy a Efe Eriberto Ayala, uno de los líderes de la comunidad.
Cartes debe decidir si acepta o veta un proyecto de ley aprobado por el Congreso casi por unanimidad que expropia las tierras de donde fueron expulsados por un terrateniente alemán hace 23 años para devolvérselas a los indígenas.
"Se hará lo que corresponde", manifestó ayer el ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Eladio Loizaga, en una rueda de prensa, sin dar más detalles.
Según dijo Ayala, la Dirección Jurídica de la Presidencia ya estudia el proyecto y el propio presidente ya tiene conocimiento del mismo.
El territorio, de 14.404 hectáreas y ubicado a unos 270 kilómetros al noroeste de Asunción, es considerado parte del territorio ancestral por los Sawhoyamaxa, del pueblo Enxet, una de las etnias que componen la población de aproximadamente 116.000 indígenas de Paraguay.
La CorteIDH que condenó al Estado paraguayo en 2006 por violar los derechos de esta comunidad y le dio de plazo hasta 2009 para devolverle los terrenos.
Desde que los nativos fueron expulsados, el terreno está en manos del empresario ganadero alemán Heribert Roedel, condenado en su país en la década de 1980 por estafar a inversores alemanes con un esquema de venta fraudulenta de tierras en Paraguay.
Los indígenas realizaron también este viernes la tercera marcha en protesta por el centro capitalino y caminaron hasta la sede del Congreso y del Palacio de Gobierno.
"Queremos que nos dé información, que el presidente nos reciba. No se pueden imaginar lo que es estar durmiendo en la calle con el frío, los robos y asaltos. Queremos volver a casa sabiendo que todo va a salir bien", explicó Ayala.
Según el líder comunitario, en el Instituto Nacional del Indígena les aseguraron que Cartes les recibirá el próximo lunes o martes.
"Es muy triste esta situación, venir de tan lejos, dejar a la familia, instalarse en la capital y soportar todo tipo de discriminación por parte de los capitalinos. No es fácil, pero vamos a aguantar porque nos va la vida en ello y es una causa justa”, añadió.
Ayala dijo que desde que llevan acampados a los lados de la Catedral les han robado documentos, dinero y ropa de abrigo, y se quejó de que los miembros de la Iglesia no les prestan ninguna ayuda.
El secretario de la parroquia de la Catedral, Silvio Montana, al que los indígenas acusan de haberles insultado y negado ayuda, dijo hoy a Efe que "el primer día hasta el baño" les abrió.
"No puse ningún obstáculo mientras no molesten. Este es mi lugar de trabajo", dijo el funcionario de la Iglesia.
Montana explicó también que no prestó mantas a la comunidad porque ya una ONG les lleva comida y asistencia.
"Esto es muy triste, todos saben que somos un pueblo pobre y somos robados por otros pobres", dijo Ayala.
El líder comunitario también aseguró que el Ministerio de Salud ha hecho caso omiso a sus pedidos de atención primaria para los miembros de la comunidad que permanecen en Asunción.
FuenteH
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