El primer atentado se produjo en Kurusu de Hierro. Los criminales dispararon desde un monte contra los agentes instalados en el lugar, quienes reaccionaron y los repelieron. Media hora después, se produjo otro suceso similar en la sede policial de Azotey, donde los balazos llegaron desde el borde de una cancha de fútbol cercana.
En ambos casos, los ataques se produjeron desde una distancia de entre 200 y 300 metros. “Aproximadamente 300 metros sería la distancia de los disparos”, manifestó en contacto con la 780 AM el agente del Ministerio Público. El fiscal reafirmó que fueron dos grupos diferentesque actuaron de manera sincronizada durante los ataques, que finalmente no derivaron en herido alguno. “Cada grupo estuvo compuesto por cuatro o cinco personas que vienen, disparan y huyen”, refirió.
En otro momento, el investigador no descartó que los atacantes sean personas de la misma comunidad, que durante el día se mimetizan como campesinos. Aclaró que se estima que al menos una persona “bien preparada” los estuvo guiando.
BUSCAN EVIDENCIAS
El agente indicó que en la fecha un equipo se aboca a la búsqueda de las vainas servidas, a fin de confirmar la distancia y la trayectoria de los disparos. “Se van a realizar las pericias para saber qué tipo de armas son y se está cubriendo la zona”, refirió. Igualmente, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realiza un intenso rastrillaje en busca de los malvivientes, aunque se estima que ya difícilmente lograrán ubicarlos, considerando las horas que transcurrieron desde los ataques. Los agentes evitaron internarse en los montes anoche, debido a la posibilidad de ser emboscados en medio de la oscuridad.
No es la primera vez que las comisarías 21ª de Kurusu de Hierro, distrito de Horqueta, y la 14ª de Azotey son atacadas a tiros: entre 2012 y 2013 ya se produjeron eventos similares, inclusive con resultados fatales.
Abc
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