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martes, 17 de febrero de 2015

Cincuenta sombras de poco

Estéril tanto en lo erótico como en lo dramático, “Cincuenta Sombras de Grey” simplemente no es digna de la atención que recibe.

Películas como Cincuenta Sombras de Grey son un tipo especial de decepción. No porque las escenas de sexo sean nada fuera de lo extraordinario, tratando de desplegar erotismo de forma tan desesperada que acaban sintiéndose ineludiblemente artificiales; ni porque hay brevísimos chispazos de una historia interesante que el filme sofoca cual bombero.

Ambas de esas cosas son ciertas, pero el filme es una particular decepción sencillamente porque carece totalmente de algo que lo haga extraordinario. No es bueno, pero ni siquiera es extraordinariamente malo, sino que debería existir en el limbo que cada año se traga a la mayoría de las cientos de películas que fallan en destacarse de una forma u otra, un limbo del que es rescatado solo por tratarse de la adaptación de un best-seller mundial.

Es básicamente el equivalente cinematográfico de alguien sin méritos ni aptitudes que consigue un trabajo enormemente lucrativo gracias a amigos o familiares.



Al no haber leído la novela de E.L. James en la que el filme se basa, no puedo saber si la falta de ambición y de atrevimiento del filme se debe a una excesiva fidelidad al material de origen o a cuestiones más comunes y corrientes como un guión que es mediocre por mérito propio, o una falta generalizada de interés por parte de los involucrados, pero la película ni siquiera es lo suficientemente mala para ser considerada extraordinaria en ese extremo opuesto y volverse al menos irónicamente entretenida.

Es una pena, porque se puede hacer una buena película sobre cualquier cosa, y en las moléculas de la historia concebida por James hay cuestiones que manos más ambiciosas podrían haber dado algo interesante.



La película comienza con un vistazo al inicio de un día en la vida del magnate de los negocios Christian Grey (Jamie Dornan) y la estudiante universitaria de literatura Anastasia Steele (Dakota Johnson). Como un favor a su amiga enferma, una estudiante de periodismo, Anastasia va a entrevistar a Christian en un incómodo episodio que sin embargo parece dejar al apuesto magnate interesado en la inocente mujer.

Ella intimidada pero atraída, y él aparentemente fascinado por razones que nunca quedan del todo claras – aunque el filme hace insinuaciones –, ambos inician una relación que pronto se ve definida por la personalidad dominante de Grey, lo que adquiere una nueva dimensión cuando revela sus particulares gustos sexuales.

Las semillas de algo interesante están allí, pero la directora Sam Taylor-Johnson y la guionistaKelly Marcel no hacen mucho con ellas. El filme podría haber sido un atrapante estudio de sus personajes, de la joven ingenua introducida a un mundo de sexualidad alternativa por un hombre con una aparente necesidad patológica de mantener control sobre todo, una exploración de el mundo de amos y sumisos, de placer en el dolor y liberación en las ataduras.

En vez de eso, lo que Taylor-Johnson y Marcel nos dan es un filme lastimeramente poco arriesgado y falto de inspiración, que se contenta con ser un drama romántico del montón con personajes apenas definidos y una trama que no es más que una serie de escenas frágilmente conectadas, sin demasiada razón ni ritmo. Nunca se toman la molestia en contarnos mucho sobre ninguno de los protagonistas, no hay un auténtico intento de convertirlos en personajes reales en vez de simples avatares para una fantasía sexual. La explicación de por qué Christian es como es no pasa de unas cuantas líneas de diálogo genérico, lo que se podría decir del personaje en sí: solo unas líneas de díalogo enunciadas por un actor que hace lo que puede con un guión carente de esfuerzo.

La impresión que deja el filme es que a nadie en la producción le importaba mucho, es como si todos hubieran trabajado en piloto automático, cómodos en el conocimiento de que el filme sería un éxito seguro de cualquier forma.

Johnson y Dornan no hacen un mal trabajo, aunque el segundo se ve algo perjudicado por un guión que le pide interpretar a un personaje que en un momento es “Galán Genérico #545644” y en otro es un depredador sexual, a veces en la misma escena. Sin embargo, no puedo evitar sentir respeto por él, porque no cualquiera podría enfrentarse a escenas como el extraño momento que Anastasia y Christian comparten en una habitación de hotel cerca del principio del filme; dicho sea de paso, ese al menos es uno de los pocos momentos en los que el filme cobra algo de vida, junto con una genuinamente divertida “reunión de negocios” que ambos personajes mantienen más adelante.

No hay algo particularmente trasgresor o escandaloso en sus escenas de sexo, que al igual que el resto del filme están competentemente filmadas desde el punto de vista técnico, el trabajo de fotografía en todo el filme es bastante bueno. De hecho, lo único que cabe destacar de esas escenas – como un defecto - es el hecho de que se esfuerzan demasiado por hacer que la acción sea “sexy”, abusando de la edición de videoclip y la música sensual. Funciona quizá las primeras dos veces, pero pronto se vuelve irritante.

Filmes que se presentan a sí mismos como intencionalmente “escandalosos” rara vez se ganan de verdad ese adjetivo, y Cincuenta Sombras de Grey no es la excepción. No tiene éxito como película, y ni siquiera falla intentando tenerlo. Simplemente falla.

Si no fuera por su nombre y por la novela que lo engendró, la memoria de este filme desaparecería del organismo de las personas que la vieron más rápido que la gaseosa del cine.

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CINCUENTA SOMBRAS DE GREY (Fifty Shades of Grey)

Dirigida por Sam Taylor-Johnson

Escrita por Kelly Marcel (basada en una novela de E.L. James)

Producida por E.L. James, Dana Brunetti y Michael De Luca

Edición por Anne V. Coates y Lisa Gunning

Dirección de fotografía por Seamus McGarvey

Banda sonora compuesta por Danny Elfman

Elenco: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Jennifer Ehle, Eloise Mumford, Victor Rasnuk, Luke Grimes, Marcia Gay Harden, Max Martini, Callum Keith Rennie, Andrew Airlie, Dylan Neal yRita Ora

Abc

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