La niña aprende guitarra y expresión musical en las clases de canto que se imparten en el Conservatorio de Música Semillas Musicales de Ayolas.
En los dos primeros años recorría semanalmente más de 3 kilómetros en bicicleta bajo diferentes condiciones climáticas y con un pésimo camino para asistir a la escuela de música en el kilómetro 15, camino a Yabebyry, para poder estudiar.
Hoy día se traslada hasta la escuela de música de Ayolas, acompañada de sus padres.
Su madre Martha Villalba, quien trabaja como encargada de una casa de verano, en Corateî, de situación muy humilde, realiza un gran esfuerzo para que su hija estudie música y le apoya dentro de sus restringidas posibilidades.
Actualmente, la niña paga una cuota mensual de G. 20.000, ya que recibió el beneficio de una beca para poder seguir sus estudios.
La niña aseguró que su modelo a seguir es la concertista Berta Rojas, a quien no ha podido ver actuar en vivo, pero sueña con ser como ella en el futuro, que espera no sea lejano.
Abc
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