- Según datos de la Dgeec, el 34,8% de la población económicamente activa son cuentapropistas, que en promedio ganan G. 995.000. Se suma que 41% de asalariados perciben menos del salario mínimo.
De acuerdo a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares de 2012, elaborados por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec), las condiciones laborales para la mayoría de los
paraguayos son desfavorables sobre todo en cuanto a sus ingresos. Según los datos estadísticos,
en Paraguay la población económicamente activa llega a 3.246.904 personas, de las cuales el 34,8%
(1.187.530 compatriotas) son cuentapropistas que no llegan a ganar un millón de guaraníes, en promedio.
Además a esto se suma la cantidad de personas que ocupan un puesto laboral –en el sector público o privado– pero que aún así no llegan a ganar siquiera el salario mínimo. Siempre conforme a los números
de la Dgeec, el 35,8% de las personas ocupadas (1.162.391) están en el sector privado y el 9,2% (298.715) en el público. Pero ocurre que el 12% (35.845) de los funcionarios públicos y el 49,4%
(574.221) de los privados no ganan el monto de un sueldo mínimo por mes. Así, 1.797.596 paraguayos no alcanzan a percibir un salario equivalente al mínimo.
El sector sindical está reclamando actualmente un ajuste del salario mínimo, que podría darse en marzo.
CONDICIONES. Según explicó la analista Verónica Serafini, la situación más preocupante se refiere a los cuentapropistas,quienes son básicamente los campesinos que trabajan en la agricultura familiar y vendedores ambulantes, quienes básicamente son pobres o están entre los quintiles más bajos de ingresos.
"No hay condiciones para que ellos puedan aumentar su productividad y sus ingresos: no hay políticas de inclusión financiera y están fuera de la seguridad social; o sea, son altamente vulnerables cuando
tienen eventos de salud en su familia (lo que contribuye a su pobreza), no tienen acceso a buenos mercados ni cuentan con suficiente capacitación, tampoco acceden a buena información, como estándares de mercado, certificación sanitaria... Por todas estas falencias producen precariamente
y lo que producen se vende a muy bajo precio", comentó Serafini.
Para la experta, se requieren buenas políticas públicas de acceso al crédito, una nueva ley de trabajo doméstico y una política de empleo juvenil y de impulso a las mipymes.
paraguayos son desfavorables sobre todo en cuanto a sus ingresos. Según los datos estadísticos,
en Paraguay la población económicamente activa llega a 3.246.904 personas, de las cuales el 34,8%
(1.187.530 compatriotas) son cuentapropistas que no llegan a ganar un millón de guaraníes, en promedio.
Además a esto se suma la cantidad de personas que ocupan un puesto laboral –en el sector público o privado– pero que aún así no llegan a ganar siquiera el salario mínimo. Siempre conforme a los números
de la Dgeec, el 35,8% de las personas ocupadas (1.162.391) están en el sector privado y el 9,2% (298.715) en el público. Pero ocurre que el 12% (35.845) de los funcionarios públicos y el 49,4%
(574.221) de los privados no ganan el monto de un sueldo mínimo por mes. Así, 1.797.596 paraguayos no alcanzan a percibir un salario equivalente al mínimo.
El sector sindical está reclamando actualmente un ajuste del salario mínimo, que podría darse en marzo.
CONDICIONES. Según explicó la analista Verónica Serafini, la situación más preocupante se refiere a los cuentapropistas,quienes son básicamente los campesinos que trabajan en la agricultura familiar y vendedores ambulantes, quienes básicamente son pobres o están entre los quintiles más bajos de ingresos.
"No hay condiciones para que ellos puedan aumentar su productividad y sus ingresos: no hay políticas de inclusión financiera y están fuera de la seguridad social; o sea, son altamente vulnerables cuando
tienen eventos de salud en su familia (lo que contribuye a su pobreza), no tienen acceso a buenos mercados ni cuentan con suficiente capacitación, tampoco acceden a buena información, como estándares de mercado, certificación sanitaria... Por todas estas falencias producen precariamente
y lo que producen se vende a muy bajo precio", comentó Serafini.
Para la experta, se requieren buenas políticas públicas de acceso al crédito, una nueva ley de trabajo doméstico y una política de empleo juvenil y de impulso a las mipymes.
Fuente: UH
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