- J. EULOGIO ESTIGARRIBIA. Integrantes de la etnia Mbya Guaraní quieren convertir el colegio técnico agropecuario, ubicado en el kilómetro 251 de la ruta VII, en un centro de producción, preservación y difusión de su cultura.
Así lo manifestaron en una reunión de representantes de las comunidades Che'iro Poty y Jaguary con docentes de la institución y el señor Dionisio Hildebrand, en representación de los menonitas, en el local de la institución donado por el dirigente de fútbol Nicolás Leoz a los indígenas.
Sindulfo Miranda, cacique de la comunidad Che'iro Kera Yvoty, manifestó que el supermercado de los indígenas "ya terminó" y que ahora necesitan adaptarse a la situación actual. Sostuvo que para lograr esa adaptación necesitan aprender los conocimientos sobre los sistemas de producción agrícola. Instó a sus compañeros a aprovechar la experiencia de los menonitas para aprovechar en sus chacras.
Anselmo Miranda, de la comunidad Jaguary, sostuvo que deben planificar coómo obtener de la tierra los rubros de consumo y después pensar en la producción de renta. Manifestó su deseo de trabajar en cooperativa entre todos para salir adelante y el deseo de que sus hijos puedan tener acceso a una formación adecuada para poder labrar la tierra con la tecnología apropiada. Señaló que ya se dieron cuenta de que con sólo el alquiler de la tierra nunca van a salir de la pobreza y que el único camino es aprender a producir, sin olvidar su cultura ancestral.
Dionisio Hildebrand, por su parte, les instó a preparar proyectos de producción. Pensar primero en la alimentación y después en producir para la renta e instó a que sepan administrar sus recursos. También sugirió que trabajen en forma comunitaria, que tengan su propio almacén de consumo. Les dijo que, alquilando la tierra, lo único que van a conseguir es que sus parcelas se vayan empobreciendo cada vez más, ya que quien alquila no se preocupa en abonar la tierra.
Sostuvo que ellos van a estar ayudando a las comunidades indígenas, como ya lo vienen haciendo con otras comunidades campesinas al sur del distrito, pero que quieren que la idea del tipo de trabajo que deben encarar salga de los propios miembros de cada comunidad.
Afirmó que falta un mayor apoyo técnico y logístico del Estado.
El profesor Ramón Rodríguez, del Colegio Técnico Agropecuario, abrió la reunión y mencionó que este año, gracias al ingeniero Rubén Cañete, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, consiguieron un tractor para que los alumnos de la institución, indígenas todos, sepan manejar la maquinaria.
Manfestó que los indígenas tienen más de 5.000 hectáreas en total en la zona; sin embargo, pasan hambre. Sostuvo que existen muchas comunidades, pero la infraestructura del colegio no alcanza satisfacer la demanda. La institución no tiene rubro de director, de asistente técnico y, si bien tiene dormitorios para internos, no hay rubros para alimentar a los estudiantes.
Fuente: ABC
Sindulfo Miranda, cacique de la comunidad Che'iro Kera Yvoty, manifestó que el supermercado de los indígenas "ya terminó" y que ahora necesitan adaptarse a la situación actual. Sostuvo que para lograr esa adaptación necesitan aprender los conocimientos sobre los sistemas de producción agrícola. Instó a sus compañeros a aprovechar la experiencia de los menonitas para aprovechar en sus chacras.
Anselmo Miranda, de la comunidad Jaguary, sostuvo que deben planificar coómo obtener de la tierra los rubros de consumo y después pensar en la producción de renta. Manifestó su deseo de trabajar en cooperativa entre todos para salir adelante y el deseo de que sus hijos puedan tener acceso a una formación adecuada para poder labrar la tierra con la tecnología apropiada. Señaló que ya se dieron cuenta de que con sólo el alquiler de la tierra nunca van a salir de la pobreza y que el único camino es aprender a producir, sin olvidar su cultura ancestral.
Dionisio Hildebrand, por su parte, les instó a preparar proyectos de producción. Pensar primero en la alimentación y después en producir para la renta e instó a que sepan administrar sus recursos. También sugirió que trabajen en forma comunitaria, que tengan su propio almacén de consumo. Les dijo que, alquilando la tierra, lo único que van a conseguir es que sus parcelas se vayan empobreciendo cada vez más, ya que quien alquila no se preocupa en abonar la tierra.
Sostuvo que ellos van a estar ayudando a las comunidades indígenas, como ya lo vienen haciendo con otras comunidades campesinas al sur del distrito, pero que quieren que la idea del tipo de trabajo que deben encarar salga de los propios miembros de cada comunidad.
Afirmó que falta un mayor apoyo técnico y logístico del Estado.
El profesor Ramón Rodríguez, del Colegio Técnico Agropecuario, abrió la reunión y mencionó que este año, gracias al ingeniero Rubén Cañete, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, consiguieron un tractor para que los alumnos de la institución, indígenas todos, sepan manejar la maquinaria.
Manfestó que los indígenas tienen más de 5.000 hectáreas en total en la zona; sin embargo, pasan hambre. Sostuvo que existen muchas comunidades, pero la infraestructura del colegio no alcanza satisfacer la demanda. La institución no tiene rubro de director, de asistente técnico y, si bien tiene dormitorios para internos, no hay rubros para alimentar a los estudiantes.
Fuente: ABC
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