Este registro es legal, pero fue expedido violando todas las leyes.
“Hola, necesito un registro de conducir para una persona que está viviendo en España”, así de directo se encaró a una funcionaria de la intendencia de San Bernardino, quien sin más rodeos respondió que no había problemas. Lo único que pidió fue el grupo sanguíneo del interesado.
Con esta información, una fotocopia de la cédula, la foto carnet del interesado y, por supuesto, el pago de G 130.000, el camino estuvo allanado.
La empleada pidió al recurrente que completase una solicitud con los datos de Juan Carlos Lezcano. Cuando se le preguntó cómo se subsanaría el hecho de que el interesado no iba a poder firmar el papel, la mujer dijo “Dejá nomás así...”.
El equipo de investigación de un medio de comunicación planteó el mismo panorama en San Bernardino y en las comunas de Fernando de la Mora y Capiatá. El interesado no se encontraba en el país. Por ende, esta persona no fue sometida a pruebas que la ley establece para acceder a una licencia.
Lezcano tampoco vota en esa ciudad. Este dato es importante, debido a que las leyes actuales establecen que los interesados deben acceder a registros emitidos por la municipalidad en la que están inscriptos para votar.
Para los fines prácticos y legales, la Municipalidad de San Bernardino no tiene idea de si Juan Carlos Lezcano está en condiciones de manejar.
La única orden que por lo visto reciben de sus jefes es recaudar. Este registro se gestionó en dos días y la intendencia entregó a periodistas del diario una factura legal.
“Hola, necesito un registro de conducir para una persona que está viviendo en España”, así de directo se encaró a una funcionaria de la intendencia de San Bernardino, quien sin más rodeos respondió que no había problemas. Lo único que pidió fue el grupo sanguíneo del interesado.
Con esta información, una fotocopia de la cédula, la foto carnet del interesado y, por supuesto, el pago de G 130.000, el camino estuvo allanado.
La empleada pidió al recurrente que completase una solicitud con los datos de Juan Carlos Lezcano. Cuando se le preguntó cómo se subsanaría el hecho de que el interesado no iba a poder firmar el papel, la mujer dijo “Dejá nomás así...”.
El equipo de investigación de un medio de comunicación planteó el mismo panorama en San Bernardino y en las comunas de Fernando de la Mora y Capiatá. El interesado no se encontraba en el país. Por ende, esta persona no fue sometida a pruebas que la ley establece para acceder a una licencia.
Lezcano tampoco vota en esa ciudad. Este dato es importante, debido a que las leyes actuales establecen que los interesados deben acceder a registros emitidos por la municipalidad en la que están inscriptos para votar.
Para los fines prácticos y legales, la Municipalidad de San Bernardino no tiene idea de si Juan Carlos Lezcano está en condiciones de manejar.
La única orden que por lo visto reciben de sus jefes es recaudar. Este registro se gestionó en dos días y la intendencia entregó a periodistas del diario una factura legal.
En este documento consta que pagamos varios aranceles, uno de ellos por la fotografía. La imagen que se utilizó en el documento fue aportada por nosotros, pero San Bernardino se embolsilló por esto 10.000 guaraníes.
De esta manera, sin tener que recurrir a ningún gestor, en 24 horas el registro para Juan Carlos Lezcano ya estaba en nuestras manos.
Fue entregado por los mismos funcionarios que atendieron al periodista de la primera vez y que le indicaron que tenía que abonar los G. 130.000 para llevarse el flamante documento.
San Bernardino es un municipio que al parecer no expide registros “mau”, tampoco tiene gestores, ya que los interesados no necesitan coimear, ni recurrir a terceros para solucionar los problemas.
La capital del verano es prácticamente un paraíso para personas que están apuradas por obtener un registro, aunque no sepan conducir.
El equipo de investigación logró obtener un registro que se gestionó en la Municipalidad de Capiatá. La gestión se hizo ante una persona que se identificó como Víctor Benítez, que resultó ser funcionario.
Tras la publicación de los primeros artículos, el intendente de la ciudad resolvió hacer una movida general en su Dirección de Tránsito. Se abrió un sumario para investigar a casi 10 personas.
En las próximas entregas le contaremos cómo conseguimos un registro de conducir falsificado en Fernando de la Mora, pero que fue expedido supuestamente por la intendencia de Guarambaré.
FuenteAbc
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