En medio de un tiroteo infernal la noche del 2 de abril, Arlan fue llevado de su casa ubicada en la colonia de Paso Tuyá. Mientras los secuestradores le hacían cargar unas cuantas ropas en un bolso, dos miembros del EPP y uno de la Fuerza de Tarea Conjunta caían muertos, pero ello no impidió que se llevasen al menor.
Antes de escapar, los criminales le dijeron al padre de Arlan, Álcido Fick, que debía pagar US$ 500.000 en efectivo y US$ 50.000 en víveres que serían repartidos entre las comunidades humildes de la zona. La promesa era que, luego de cumplir lo exigido, el muchacho sería liberado sano y salvo.
Así, los Fick se movilizaron lo más rápido que pudieron y en menos de 10 días cumplieron el pedido de "donación" de alimentos y el pago del dinero, tal como lo impusieron los miembros del EPP. Sin embargo, desde entonces los días se volvieron interminables.
Ante un total silencio por parte de los criminales, corrieron todo tipo de rumores sobre la vida de Arlan Fick: que estaba vivo, que ya murió, que se unió al grupo criminal, hasta que finalmente a finales de octubre el EPP hizo público un vídeo que sirvió de prueba de vida y en que se ve al joven aparentemente en buen estado. En el mismo también se ve al suboficial Edelio Morinigo, igualmente secuestrado.
En ese material audiovisual se volvía a ratificar que el EPP liberaría a Arlan en breve, pero ya pasó un mes y todavía no se produjo la liberación. El EPP mantiene secuestrado y con vida a Arlan Fick para que la Fuerza de Tarea Conjunta no ingrese a los montes a perseguirlos. Tiene como garantía al joven y también al policía. Mientras tanto, Arlan ya se acerca a los ocho meses en cautiverio.
Abc
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