En un grupo cerrado de la red social Facebook, en donde se ofrece y pide personal de limpieza, niñeras y otras personas que se dediquen al ramo del servicio doméstico, también suelen aparecer pedidos de niñas para compañía de otros niños, denunció Inés Villalba Ordano. Uno de los casos ocurrió anteayer, cuando una mujer solicitó en el grupo que necesitaba una “compañerita” para su hija.
“Hola, necesito una compañerita para mi nena, para jugar con ella a la mañana y a la tarde para estudiar, avisen por favor. Para el lunes si es posible”, reza la publicación de la joven madre, quien enseguida recibió respuestas, según se puede observar en las capturas de pantalla enviadas por la denunciante.
Una mujer de la ciudad de Ñemby contestó que tiene a una niña de once años “por si le interesaba” y dejó su número de celular para que la pueda contactar. Otras dos personas también ofrecieron a adolescentes de 14 y 15 años y quedaron a disposición de la mujer. Esta situación muestra claramente cómo continúa vigente el criadazgo, práctica de la cual eran víctimas hasta el 2011, unas 47.000 niñas y niños.
Desde el 2010 Unicef recomendó al Gobierno paraguayo tipificar el criadazgo como un delito, y en el 2012 fue promulgada la Ley Integral Contra la Trata de Personas 4.788, en el cual se previó esta situación: “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará 'trata de personas'”.
La prensa dio a conocer el caso a la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia y consultó si está situación se enmarca dentro del delito de criadazgo, a lo que el abogado Eduardo Sosa, de Promoción y Portección de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente, dijo que sí, y que en este caso incurren en el delito tanto las personas que solicitan como las que ofrecen. “Es totalmente ilegal, está configurado como un delito y es también una de las peores forma de trabajado infantil peligroso”, dijo.
Es importante mencionar que para adolescentes de 14 a 17 años existe la figura del trabajo protegido, que conlleva una serie de cuidados y supervisiones, para que puedan trabajar sin que esto interfiera en la posibilidad de seguir estudiando.
Justamente este lunes, la representante de Unicef Paraguay, Rosa Elcarte, mencionó que el trabajo infantil es un problema que debe ser abordado desde la educación de los padres, quienes deben entender que poner a trabajar a sus hijos menores de edad significa el pan de hoy pero también el hambre de mañana, porque si los niños y niñas no estudian, no tendrán mejores oportunidades que las que tuvieron sus padres y seguirán estando en situaciones vulnerables.
Abc
No hay comentarios:
Publicar un comentario