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sábado, 22 de junio de 2013

Los campos para producir en Paraguay continúan valorizándose

Los precios de los campos en Paraguay siguen en ascenso y es cada vez mayor la llegada de inversores europeos, lo que confirma la buena visión del negocio que tuvieron los empresarios uruguayos que invirtieron en tierras guaraníes. 

El operador uruguayo Raúl Bruschi, de la firma Agroagua, destacó que los precios siguen en ascenso, sobre todo en al zona de monte virgen del Chaco paraguayo. Remarcó que la oferta es muy escasa y lo que sale a venta está en precios que se ubican entre US$ 450 y US$ 500 por hectárea.

Señaló que puede haber alguna excepción, pero hay que ver si el campo tiene agua subterránea, si tiene mensura judicial, alambrados y buenos accesos. “A veces hay una diferencia de US$ 50 o US$ 60 por hectárea, pero a la larga eso se paga solo”, dijo.

Bruschi comentó que en Uruguay, en los últimos tiempos, hubo muchas consultas sobre campos en Paraguay, pero casi no hubo negocios concretos.

Consideró que esto se debe fundamentalmente al período electoral que tuvo recientemente Paraguay, donde el empresario Horacio Cartes fue electo presidente y asumirá en agosto.

El operador consideró que el próximo gobierno paraguayo cuidará al inversor, porque en los últimos tiempos Paraguay fue el país que más creció económicamente en Sudamérica y eso fue gracias a la inversión extranjera.

La estancia del presidente

Uno de los principales temas de trabajo en el período de transición entre los gobiernos del actual presidente Federico Franco y de Cartes es el desarrollo de la zona del Chaco, donde está ubicada la enorme mayoría de los campos de uruguayos en Paraguay y donde el presidente electo también tiene una estancia.

“No es lo mismo un candidato que de un mensaje alentador, que apoye el crecimiento del Chaco Paraguayo a través de la inversión extranjera, a otros que no digan nada al respecto. Los inversores estuvieron atentos a la elección en Paraguay y consideramos que a esto se debió esta paralización que tuvo el mercado en estos meses”, explicó Bruschi.

En cuanto a la demanda de inversores europeos, el empresario indicó que se mantiene firme. “Cada vez que viajo al Chaco, en Filadelfia, en Loma Plata o en Noilan, lugares donde hay poco parque hotelero, nos encontramos los mismos, pero también encontramos gente nueva, sobre todo europeos”, indicó.

En junio de 2012 El Observador Agropecuario consultó a Bruschi sobre este mismo tema y él analizaba que quienes invirtieran en campos del Chaco Paraguayo en aquel momento tendrían una valorización de su inversión que sería del orden de 28% anual.

Un año después Bruschi confirmó que los resultados están a la vista y que su proyección no era equivocada. Los números también confirman que la visión de los empresarios uruguayos que invirtieron en Paraguay, algunos desde hace más de 10 años, era acertada.

Se estima que alrededor de dos millones de hectáreas en Paraguay le pertenecen a uruguayos, un número muy significativo si consideramos que el área total de soja en Uruguay es de un millón de hectáreas.

Los bajos costos para producir, entre 20% y 25% inferiores a los de Uruguay, continúan siendo el principal atractivo de Paraguay. Los precios de la tierra son sensiblemente inferiores a los de los demás países de la región, también la mano de obra, el combustible, los insumos y la maquinaria son más baratos, hay menos impuestos y a todo esto se le suma el buen clima, con ocho meses al año de lluvias y temperaturas de 28º C de promedio.

El gran problema es la logística. Existen muy pocas rutas asfaltadas y la caminaría rural es sumamente precaria, lo que impide el desarrollo de la actividad agrícola. Bruschi contó que en la zona de La Patria, en la frontera con Bolivia, se hizo una experiencia con soja logrando rendimientos de 3.500 kilos por hectárea, pero hacer llegar la maquinaria para el desarrollo del cultivo y luego sacar el grano es extremadamente dificultoso.

Señaló que para las estancias que están sobre la ruta la agricultura es una gran alternativa, pero que difícilmente uno de esos campos se vende.

El operador indicó además que en el último año se produjeron muchas mejoras en infraestructura, sobre todo a nivel privado.

Explicó que se formaron equipos de vecinos que tienen campo dentro de una misma zona y trabajaron juntos para mejorar las carreteras, para combatir el abigeato –que ya casi no existe– y para colaborar con los controles del servicio pecuario oficial de Paraguay (Senacsa).

La ganadería sigue de pie

Entre fines de 2011 y comienzos de 2012 la ganadería paraguaya sufrió un fuerte golpe al detectarse focos de fiebre aftosa en el país. Esta situación impactó en sus mercados cárnicos, pero no con la dureza que se esperaba, ya que la baja de precios le permitió retener a uno de sus principales clientes: Rusia.

Lejos de pasar por una situación como la que vivió Uruguay en 2001, el negocio ganadero hoy en Paraguay sigue firme. Si bien los precios son inferiores a los de los demás países de la región, la actividad comercial se mantuvo fluida en todos los eslabones de la cadena cárnica. Bruschi señaló que el precio inferior del ganado es otro factor que favorece la inversión inicial de extranjeros en el país.

La mayor parte de los campos en venta son de montes vírgenes y la legislación paraguaya permite desforestar el 75% del área total de monte, pero en general se desforesta entre 50% y 60% pues los tajamares, casas e instalaciones no entran en la ley, lo que hace bajar ese porcentaje, explicó Bruschi.

El empresario explicó que la llegada de uruguayos y de europeos permitió un gran desarrollo del sector productivo. “Hace cinco o seis años una estancia de 2.000 has tenía cuatro potreros, hoy eso ya no existe, está todo empotrerado de 20, 30 o 40 has, dependiendo la superficie total y la rotación que hagan”, explicó.

Fuente: elobservador.com.uy

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