Estos hogares de núcleo incompleto son encabezados por mujeres en el 82% de los casos, según la encuesta Permanente de Hogares. De esos hogares de núcleo incompleto encabezados por mujeres, menos del 10% recibe algún tipo de ingreso en concepto de cuidado de hijo/as.
Otro aspecto que nos permite vislumbrar nuestras prácticas hacia lo/as hijo/as es lo relacionado a la violencia. Según la última encuesta del CEPEP, el 20% de las mujeres presenció escenas de maltrato físico entre sus padres. Más allá de lo que implica dicho porcentaje, lo interpelante fue que dicha práctica casi no registra diferencias entre lo que ocurre en el área urbana o rural, así como en las distintas zonas del país; está presente también en todas las franjas socioeconómicas y educativas.
Estas cifras aluden a nuestros pendientes y dan cuenta de nuestros problemas como sociedad en cuanto a las prácticas de paternidad. Nuestras mejoras en cuento a la corresponsabilidad y prácticas de igualdad no son tan sensibles de medir con las encuestas tradicionales, pero sí las encontraremos visibles en una mirada cualitativa.
Cuando tengamos investigaciones acerca del rol del varón y de los padres podremos dar cuenta de ello con números. Por lo pronto, vale cuestionarse en público y en privado sobre las pautas y roles de género asumidos; igualdad, responsabilidad y respeto de los derechos no son sólo conceptos abstractos sino también guías de nuestras relaciones que buena parte de la sociedad ha asumido como deseables.
*Sociólogo, especialista en estudios de población.
FuenteLaNacion
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