Juan Cañiza Pereira, padre de la menor, tras hacer su denuncia en la comisaría local.
El hecho se produjo en el barrio San Agustín de Capiatá, altura del kilómetro 20 de la ruta II, donde alrededor de las 15:00 la pequeña de 9 años fue ocupada por su madre para comprar hielo de una despensa cercana, informó el periodista Víctor Ruiz.
Su padre, Juan Cañiza Pereira, relató que debido a su excesiva demora, la madre salió a buscarla y preguntar por ella, pero nadie la había visto, entonces se inició una desesperante búsqueda por el barrio.
La situación se volvió más preocupante cuando identificaron las huellas de las zapatillas que llevaba la menor, y junto a ellas pisadas del calzado de una persona adulta.
Una vez que se reunió con su padre, la menor contó lo sucedido. Dijo que al salir de la despensa, se le acercó un vecino suyo, al que identificó como “Fernando” de 26 años, conocido en la zona por ser adicto a la marihuana.
Aprovechando su familiaridad, logró llevarla hasta las cercanías de un arroyo – según el relato – una zona con nutrida vegetación y alejada del vecindario, donde Fernando se sentó a fumar marihuana y pescar, mientras amenazaba con un cuchillo a su pequeña víctima, para que no escapara.
Momentos después, el sujeto le pidió a la pequeña que fuera a limpiarse al arroyo, presumiblemente para abusar de ella, momento que aprovechó para correr y alejarse de su agresor.
El señor Cañiza Pereira añadió que un mes atrás aproximadamente, este individuo había llegado a su casa, tal vez bajo los efectos de la droga, y le había advertido que abusaría de su hija.
La Policía inició una intensa búsqueda para dar con el sospechoso, quien permanece con paradero desconocido.
Abc
Su padre, Juan Cañiza Pereira, relató que debido a su excesiva demora, la madre salió a buscarla y preguntar por ella, pero nadie la había visto, entonces se inició una desesperante búsqueda por el barrio.
La situación se volvió más preocupante cuando identificaron las huellas de las zapatillas que llevaba la menor, y junto a ellas pisadas del calzado de una persona adulta.
Ya entrada la noche, un soldado que resguardaba el Liceo Militar “Mcal. Francisco Solano López”, vio salir de una zona boscosa por donde cruza un arroyo a una niña, por lo que al verla sola por ese lugar se acercó a ella y ella le contó lo que había sucedido, por lo que se dio aviso a la Policía.
Una vez que se reunió con su padre, la menor contó lo sucedido. Dijo que al salir de la despensa, se le acercó un vecino suyo, al que identificó como “Fernando” de 26 años, conocido en la zona por ser adicto a la marihuana.
Aprovechando su familiaridad, logró llevarla hasta las cercanías de un arroyo – según el relato – una zona con nutrida vegetación y alejada del vecindario, donde Fernando se sentó a fumar marihuana y pescar, mientras amenazaba con un cuchillo a su pequeña víctima, para que no escapara.
Momentos después, el sujeto le pidió a la pequeña que fuera a limpiarse al arroyo, presumiblemente para abusar de ella, momento que aprovechó para correr y alejarse de su agresor.
El señor Cañiza Pereira añadió que un mes atrás aproximadamente, este individuo había llegado a su casa, tal vez bajo los efectos de la droga, y le había advertido que abusaría de su hija.
La Policía inició una intensa búsqueda para dar con el sospechoso, quien permanece con paradero desconocido.
Abc
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