NUEVA YORK (AP) — Véase el torrente de fotos de bebés, anécdotas ingeniosas de los chicos y las metas alcanzadas en su educación.
Sonia Rao, madre de una nena de un año que vive en Mountain View, California, se siente “un poco incómoda” con eso.
“Siento una vaga inquietud al pensar que su foto está a disposición de cualquiera”, dijo Rao. “Cuando conoces a alguien y entras en su cuenta, ves sus fotos, sus videos, sabes que están viajando”.
En una época en que cualquiera y su madre —y padre y abuela y tía— se empeña en difundir los primeros años de la generación más joven en las redes sociales, un número creciente de padres como Rao van a contracorriente al excluir fotos, nombres y demás información sobre sus hijos del internet.
“Mi criterio es la tolerancia cero”, dijo Scott Steinberg, un consultor de empresas y tecnología con más de 4.800 amigos en Facebook. Steinberg dice que no difunde fotos, videos ni información alguna sobre su hijo.
“Si no quiero que alguien sepa sobre mi hijo, que se interese por él, que lo reconozca por la ciudad o al salir de la escuela, la manera más fácil de conseguirlo es no difundir información”, dijo.
Por su parte, Rao dice que tiene actividad en Facebook e incluso tenía una cuenta de Instagram para su perro antes que naciera el bebé. Le encanta descargar fotos del perro, pero no de la niña y el perro, por atractivas que sean. Rao envía fotos de la bebé por correo electrónico y texto, pero solo a los amigos íntimos y la familia.
Facebook alienta a los padres a usar el mando de privacidad de la red para decidir quiénes pueden acceder a las fotos y demás información sobre sus bebés. Por ejemplo, se puede crear un grupo de personas para darles ese acceso. Pero para algunos usuarios, eso no es bastante.
Josh Furman y su, Alisha Klapholz, flamantes padres de su primer hijo, son “muy protectores” de la recién nacida. Consideran que es mejor para la niña limitar su presencia en el internet durante el mayor tiempo posible. No han descargado el nombre ni fotos de ella en Facebook. Solo hablan de ella con un seudónimo creado exclusivamente para Facebook y piden a familiares y amigos que hagan lo mismo.
“En 2014 nos parece que las repercusiones de difundir información privada son totalmente imprevisibles”, dijo Furman, quien cursa el doctorado en historia en la Universidad de Maryland.
UH
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