López Moreira declaró que "mientras no se esclarezca la situación de las cuentas de la binacional" no proyectarán obras. Foto: Archivo.
López Moreira declaró que "mientras no se esclarezca la situación de las cuentas de la binacional" no proyectarán obras para aumentar la capacidad de generación de energía, como sugirió la presidenta argentina, Cristina Fernández, en su visita oficial a Cartes el miércoles.
Fernández, que acudió oficialmente a Asunción para restituir unos muebles que pertenecieron a un presidente de Paraguay y fueron incautados durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), dijo también que "si no hubiera sido" por su Gobierno, "el que empezó en 2003, Yacyretá no estaría terminada".
La deuda es justamente uno de los puntos fuertes en la negociación, "ya que no existe aún acuerdo sobre el monto de la misma", según el portavoz del Gobierno de Cartes.
Paraguay y Argentina comenzaron en junio, al cumplirse los 40 años de su entrada en vigencia, la revisión del tratado que rige la administración de la hidroeléctrica Yacyretá, de propiedad conjunta.
Paraguay sostiene que reconoce los aportes que hizo el tesoro argentino para la construcción de la represa, por un monto de 6.000 millones de dólares, "pero no así los intereses que figuran en las cuentas de la binacional" y que aumentarían esa cantidad a unos 18.000 millones de dólares, según dijo López Moreira a la estatal agencia IP.
"Nuestra postura es la de no aceptar los intereses porque el tratado dice que son aportes que no generan intereses, por lo cual nuestra postura fue la de siempre, la de primero está el arreglo de la clarificación de las cuentas y por ultimo ver el tema de las obras, una vez que esté arreglado", explicó.
Según el funcionario, en la reunión entre Cartes y Fernández, el mandatario paraguayo también pidió la regularización de las transferencias atrasadas a la margen paraguaya en concepto de energía eléctrica cedida a la Argentina.
Paraguay pide una mayor compensación por el territorio inundado por la construcción de la represa, el 80 % del cual fue paraguayo.
Este país solo emplea una pequeña parte del 50 % de electricidad que le corresponde y según el tratado original el valor de venta del excedente se debía basar en el costo de producción, pero ese mecanismo nunca se aplicó.
En su lugar, en 1992 los Gobiernos establecieron una tarifa fija, de 0,03 dólares por kilowatio/hora, que debería estar vigente hasta 2048, el término de vida útil de la presa.
El Congreso paraguayo reclama que nunca aprobó ese cambio, por lo que niega su validez e insiste en que la tarifa se eleve.
López Moreira explicó que el Gobierno paraguayo hizo el pedido a la presidenta argentina y que ella aseguró que iba a "hacer sus mejores esfuerzos para lograr regularizar esta situación".
El secretario general de la Presidencia dijo que las negociaciones "están bien encaminadas" pero admitió que se alargarán pues "no es fácil negociar algo tan grande".
"Las negociaciones seguirán, no podemos pretender que en uno o dos meses podamos terminar una negociación de miles de millones de dólares (...) No esperemos que esto en dos o tres semanas esté terminado, es una negociación de 18.000 millones de dólares, una cosa muy grande evidentemente va a llevar su tiempo", declaró.
"Con la buena voluntad que están poniendo ambos presidentes yo creo que vamos a llegar a un acuerdo", afirmó.
López Moreira dijo que la próxima reunión de los equipos técnicos de negociación se celebrará dentro de dos semanas en Argentina.
Las declaraciones de Fernández en Asunción provocaron que la Cámara de Diputados de Paraguay pidiera al día siguiente a la comisión de Relaciones Exteriores emitir una protesta.
La diputada independiente Olga Ferreira pidió a sus colegas que se manifiesten contra la "actitud grosera, prepotente, maleducada e infeliz" de Fernández durante su declaración conjunta, el miércoles, con Cartes, en el Palacio de Gobierno.
Fernández, que acudió oficialmente a Asunción para restituir unos muebles que pertenecieron a un presidente de Paraguay y fueron incautados durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), dijo también que "si no hubiera sido" por su Gobierno, "el que empezó en 2003, Yacyretá no estaría terminada".
La deuda es justamente uno de los puntos fuertes en la negociación, "ya que no existe aún acuerdo sobre el monto de la misma", según el portavoz del Gobierno de Cartes.
Paraguay y Argentina comenzaron en junio, al cumplirse los 40 años de su entrada en vigencia, la revisión del tratado que rige la administración de la hidroeléctrica Yacyretá, de propiedad conjunta.
Paraguay sostiene que reconoce los aportes que hizo el tesoro argentino para la construcción de la represa, por un monto de 6.000 millones de dólares, "pero no así los intereses que figuran en las cuentas de la binacional" y que aumentarían esa cantidad a unos 18.000 millones de dólares, según dijo López Moreira a la estatal agencia IP.
"Nuestra postura es la de no aceptar los intereses porque el tratado dice que son aportes que no generan intereses, por lo cual nuestra postura fue la de siempre, la de primero está el arreglo de la clarificación de las cuentas y por ultimo ver el tema de las obras, una vez que esté arreglado", explicó.
Según el funcionario, en la reunión entre Cartes y Fernández, el mandatario paraguayo también pidió la regularización de las transferencias atrasadas a la margen paraguaya en concepto de energía eléctrica cedida a la Argentina.
Paraguay pide una mayor compensación por el territorio inundado por la construcción de la represa, el 80 % del cual fue paraguayo.
Este país solo emplea una pequeña parte del 50 % de electricidad que le corresponde y según el tratado original el valor de venta del excedente se debía basar en el costo de producción, pero ese mecanismo nunca se aplicó.
En su lugar, en 1992 los Gobiernos establecieron una tarifa fija, de 0,03 dólares por kilowatio/hora, que debería estar vigente hasta 2048, el término de vida útil de la presa.
El Congreso paraguayo reclama que nunca aprobó ese cambio, por lo que niega su validez e insiste en que la tarifa se eleve.
López Moreira explicó que el Gobierno paraguayo hizo el pedido a la presidenta argentina y que ella aseguró que iba a "hacer sus mejores esfuerzos para lograr regularizar esta situación".
El secretario general de la Presidencia dijo que las negociaciones "están bien encaminadas" pero admitió que se alargarán pues "no es fácil negociar algo tan grande".
"Las negociaciones seguirán, no podemos pretender que en uno o dos meses podamos terminar una negociación de miles de millones de dólares (...) No esperemos que esto en dos o tres semanas esté terminado, es una negociación de 18.000 millones de dólares, una cosa muy grande evidentemente va a llevar su tiempo", declaró.
"Con la buena voluntad que están poniendo ambos presidentes yo creo que vamos a llegar a un acuerdo", afirmó.
López Moreira dijo que la próxima reunión de los equipos técnicos de negociación se celebrará dentro de dos semanas en Argentina.
Las declaraciones de Fernández en Asunción provocaron que la Cámara de Diputados de Paraguay pidiera al día siguiente a la comisión de Relaciones Exteriores emitir una protesta.
La diputada independiente Olga Ferreira pidió a sus colegas que se manifiesten contra la "actitud grosera, prepotente, maleducada e infeliz" de Fernández durante su declaración conjunta, el miércoles, con Cartes, en el Palacio de Gobierno.
UH
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