¿Qué hay de mito o realidad en la posibilidad de que el uso de teléfonos celulares produzca explosiones o incendios en las estaciones de servicio? La revista oficial de la Asociación de Propietarios y Operadores de Estaciones de Servicio y Afines (Apesa) reproduce un artículo al respecto. El texto recuerda que los manuales de seguridad exigen la prohibición de mantener encendido el motor o las luces, así como sistemas eléctricos como la radio o dispositivos que emitan radiación electromagnética.
¿Qué dice la ciencia al respecto? Más allá de las recomendaciones, la ciencia dice que son mínimas las posibilidades de que el uso de un teléfono celular pueda causar una explosión, ya que esos dispositivos emiten muy poca energía (menos de 1 w/cm2). “La única forma de que pudiera originarse una chispa a partir del uso de móviles sería por un defecto en la batería, algo improbable y que también puede ocurrir en el caso de la propia batería del automóvil”, señala el texto.
Al respecto, y aunque la posibilidad sea muy remota, existe un riesgo bajo de que se produzca, aunque no por el combustible, sino por el gas que emana. “Realmente, es más probable que el uso de móviles sea más peligroso como fuente de distracción que como posible origen de una explosión”, agrega. Igualmente, marcas como iPhone, Samsung y Motorola mencionan específicamente a las estaciones de servicio como entornos peligrosos, en los que el celular no debe ser cargado, ni deben ser atendidas ni continuadas las llamadas.
Abc
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