El percance ocurrió hace una semana en un área llamada Picada 509, en Boquerón, a 140 kilómetros de Mariscal Estigarribia. Uno de los pasajeros, el sacerdote católico Fray Abel, contó que los viajeros se vieron obligados a bajar del bus y empujarlo para intentar sacarlo del barro. La mayoría de ellos eran jóvenes del grupo religioso que lidera en Ciudad del Este.
Siete horas pasaron en medio de la nada esperando una ayuda que nunca llegó, contó el sacerdote en entrevista con la prensa. Recordó que los choferes del bus, de la empresa Pykasu, dijeron que no es la primera vez que en ese tramo hay problemas por el pésimo estado de la ruta. Además de los dos buses de la empresa, otros dos camiones de carga no pudieron avanzar en ese tramo, recordó el religioso.
Sin señal telefónica ni alguna comunidad en las cercanías que les pudiera auxiliar, tuvieron que solucionar ellos mismos el problema, dijo el sacerdote. “Tuvimos que empujar el vehículo. En el siglo XXI no puede pasar eso”, se quejó. El estado de las rutas en el Chaco paraguayo es una queja de larga data de productores, comunidades indígenas y la ciudadanía en general.
Cuando llueve es imposible circular, lo que deja a cientos de familias aisladas. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones es el principal responsable de la construcción de estas necesarias y urgentes vías, junto con las gobernaciones y las municipalidades.
Abc
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