Renaut se desempeña como docente de lunes a viernes en colegios para personas con discapacidad visual. Al ser un profundo conocedor de la situación en este sector, decidió dedicar su tiempo libre a seguir enseñando en diferentes puntos del país.
El objetivo es ayudar para un mejor desenvolvimiento de estas personas en la sociedad, además de aportar para mejorar la calidad vida de la gente con capacidades diferentes.
“Soy docente especializado en el área. Estoy hace 20 años en esto. Los que me piden enseñar a estas personas solo me cubren los gastos básicos como estadía y comida”, explicó el docente a La Nación.
Del bastón y de la vida cotidiana
El uso del bastón es fundamental para las personas con discapacidad visual.
Actualmente los cursos los desarrolla en los distritos de Vaquería, Campo 9, Pastoreo y Raúl Arsenio Oviedo, departamento de Caaguazú.
El docente enseña braille y todo lo referido a orientaciones viales para el uso del bastón. Además de las tareas cotidianas en el hogar como cocinar, cocer y pelar mandiocas.
Anteriormente trabajó en el Chaco, en el departamento de Boquerón, donde llegó a formar una escuela para ciegos. Los alumnos aprendieron oficios y actualmente algunos se encuentran trabajando.
También trabajó en la zonas de Teniente Irala Fernández, Puerto Falcón, Puerto Elsa y Teniente Esteban Martínez, departamento de Presidente Hayes.
A su parecer, no hay mejor satisfacción que recibir un agradecimiento de parte de sus alumnos luego de finalizar los cursos. Sin embargo, asegura que aún hay mucho por hacer en beneficio de estas personas.
“Es muy difícil sacarle a las personas con capacidades diferentes de sus casas, entonces creo que la educación debe llegar hasta sus hogares”, agregó el profesor.
Necesidad de apoyo
El profesional de la educación resaltó la falta de apoyo a estas personas, situación que lo ayudó a tomar la decisión de enseñar a los no videntes.
A su parecer, el mejor “pago” que puede recibir por su labor, es el reconocimiento de sus alumnos y de la gente. Además disfruta y se siente alentado al ver los logros de estas personas.
Aprendiendo a pelar manadioca. Foto: Gentileza
La mayoría de los niños, jóvenes y adultos a quienes enseña en las comunidades del interior del país son de escasos recursos económicos, motivo por el cual nunca tuvieron la oportunidad de asistir a instituciones educativas.
“La gente necesita mucho apoyo, hay mucha necesidad. Conocí a jóvenes de 21 años que nunca asistieron a escuelas, nunca se les dio la oportunidad. Entonces decidí ayudarlos y alguna vez alguien me va a acompañar”, sostuvo Renaut.
El docente reiteró que enseña por convicción, sin ninguna intención de buscar lucrar con sus tareas. Como docente del Ministerio de Educación tiene un sueldo que le sirve para ganarse el pan de cada día.
Ayuda del Gobierno
El profesional aprovechó la oportunidad para pedir más ayuda al Gobierno Nacional. ¿Su interés? Poder brindar mayores oportunidades a las personas con capacidades diferentes que quieren salir adelante, pero no cuentan con los recursos necesarios para solventar los gastos.
Muchas veces la falta de caminos dificulta que los cursos lleguen a más personas.
La mayor dificultad para realizar los cursos en el interior del país es la falta de caminos en buen estado. Existen lugares donde uno debe entrar varios kilómetros de la zona urbana.
Otro de los inconvenientes es la falta de unidades del transporte público en muchas localidades. Ante esta situación y la falta de presupuesto, los cursos no pueden llegar a más personas.
El sueño del docente es poder ayudar a más gente mediante sus conocimientos. Quiere seguir colaborando en la formación de los no videntes para que puedan mejorar la calidad de sus vidas. Por eso pide a las autoridades que mejoren la accesibilidad a las zonas rurales del país.
LN
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