Comenta que antes cruzaban por el combustible, por los precios en los supermercados y para adquirir a mejores precios los artículos electrónicos, ropas y baratijas; ahora, la motivación es comprar el dólar a un precio inferior al dólar “blue”, es decir, el dólar que se vende a un precio mayor al oficial.
“En algunas casas de cambio de Encarnación, el jueves era posible comprar a 8,30 pesos, precio que incluso es mejor que el de las 'cuevas' posadeñas”, comenta el artículo refiriéndose a que el dólar “blue” cuesta en Argentina entre 11 y 14 pesos.
Un comprador relató que compró 500 de la moneda norteamericana en Paraguay y cinco horas después obtuvo una ganancia de 250 pesos extras con el repunte del dólar “blue”, a causa de las restricciones a través de adelantos de tarjetas de crédito en el exterior que implementó el país vecino.
El objetivo consiste en comprar el dólar a costo inferior en Paraguay y revenderlo en Argentina cuando sube de precio, consiguiendo así unos pesos extras.
Comenta además que en Posadas se implementa una nueva forma de comprar el dólar. Se trata de personas que alquilan sus tarjetas de débito a empleados púbicos y personas de escasos recursos.
Depositaban dinero en las cuentas de las tarjetas a través de cajeros automáticos en Argentina, después cruzaban a Encarnación y, con la complicidad de comerciantes, hacían débitos como si se hubiera realizado una compra. A cambio de la operación recibían billetes de dólares a un 40% por debajo del valor del “blue”.
El dueño de la tarjeta alquilada consigue entre entre 250 y 500 pesos por el alquiler.
OPERACIÓN ZETA
Así se denomina otro mecanismo que implementaron los argentinos para comprar dólares a menor precio del que se vende en su país.
Consiste en comprar reales con pesos en la frontera con Brasil, luego cruzan a Encarnación con esos billetes brasileños y compran dólares a un precio inferior a los 9 pesos.
Algunos representantes de casas de cambios de la capital itapuense confirmaron que la demanda de la moneda extranjera por parte de argentinos es alta, hasta el punto de dejar sin stock a dichas casas.
Esta misma práctica se implementa en Ciudad del Este y en Asunción.
“La devaluación del peso frente al guaraní se siente con fuerza en las zonas fronterizas, por las que hace meses comenzó a crecer un aluvión de compradores paraguayos que copan supermercados, estaciones de servicios, restaurantes y tiendas, porque todo les resulta barato. Por supuesto, tampoco faltan los argentinos que compran en esos mismos locales, cruzan la frontera y los venden a cambio de dólares frescos”, finaliza el informe.
Fuente: ABC
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