La enfermedad es hereditaria, se nace con la predisposición genética y se puede manifestar en cualquier momento de la vida.
La forma en que se presenta varía según cada individuo, pero el tipo clásico es con diarrea, vómitos, pérdida de peso, caída del cabello, carácter irritable, abdomen distendido (panza hinchada), retraso en el crecimiento y problemas en la piel.
En algunos casos aparece sólo uno de estos síntomas, por ello cuesta diagnosticar; y también se presenta sin síntoma.
El consumo de harina puede provocar reacciones inmediatas con síntomas como diarrea, vómito, dolores de abdomen, flatulencias, etc., como puede que no se sienta nada, pero igual produce daño a nivel de la mucosa intestinal y predispone a otras enfermedades
Las personas pueden consumir libremente todas las frutas, verduras, hortalizas, las carnes (de vaca, cerdo, pollo, oveja, pescado, etc.) y sus vísceras. También huevos, cereales como el maíz y arroz, los tubérculos como la papa, mandioca, batata; así mismo los lácteos frescos, y aceites.
Lo prohibido es todo alimento que contenga Trigo, Avena, Cebada, Centeno y sus derivados
Fuente: UH
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