El objetivo es presentar a la opinión pública un diagnóstico sobre la situación de los hospitales del país con una serie de notas desde hoy.
La salud por el suelo. Una paciente del Hospital Regional de Alto Paraná, tendida en el piso y con un suero. Al lado, otra señora acostada en un banco.
El presupuesto de salud para este año es de US$ 850 millones, lo cual es absolutamente insuficiente, según el mismo Ministerio de Salud Pública y de acuerdo a los estándares de las organizaciones internacionales de la Salud (OPS/OMS), que recomiendan al menos duplicar dicha inversión.
Y, efectivamente, durante un recorrido que hemos hecho por los centros sanitarios del país quedaron al desnudo las profundas deficiencias de la salud pública en el Paraguay.
La falta de infraestructura para una mayor capacidad de atención a enfermos, la carencia y obsolescencia de equipamientos, la escasez de profesionales médicos, fundamentalmente en las áreas rurales, y un agudo desabastecimiento de medicamentos e insumos son la constante en casi todo el territorio nacional, con énfasis en las zonas más aisladas.
Hospitales semirruinosos con carencia de cuestiones fundamentales, como terapia intensiva, incubadoras, baños, cocinas en buen estado, ambulancias, y sin la cantidad suficiente de médicos para una atención adecuada. Centros de salud abarrotados, con escasez de fármacos, falta de camas para pacientes, consultas en los pasillos y también la falta de profesionales de blanco. Y ni hablar de los puestos sanitarios o unidades de salud familiar (USF), donde las necesidades son aún más visibles.
Este es el sombrío panorama que presenta la salud pública de nuestro país, con “pronóstico reservado”, que iremos mostrando en sucesivas publicaciones a lo largo de esta serie.
Para comenzar, presentamos la dotación de servicios sanitarios en los 17 departamentos, con un detalle importante: para el 2015 la inversión en salud no difiere mucho a la de este año.
Los datos incluidos en la infografía corresponden a los contabilizados por los corresponsales de este diario, por lo que difieren de las planillas del MSP.
CARENCIAS DE ELEMENTOS BÁSICOS
La escasez de medicina en los puestos sanitarios se ha agudizado en los últimos tiempos, en especial en el interior del país. El Ministerio de Salud sostiene que es por la deficiencia en logística para el reparto de los fármacos, pero los médicos alegan la falta de presupuesto suficiente para la compra de más medicamentos.
FALTAN INFRAESTRUCTURA Y MÉDICOS
Numerosas zonas del país carecen de la infraestructura mínima para la atención de la salud y de profesionales. Es un problema que debe soportar gran parte de la población. Ningún médico, por ejemplo, quiere ir a atender en el Alto Paraguay por el aislamiento en el que se desenvuelve esta zona del país.
Abc
El presupuesto de salud para este año es de US$ 850 millones, lo cual es absolutamente insuficiente, según el mismo Ministerio de Salud Pública y de acuerdo a los estándares de las organizaciones internacionales de la Salud (OPS/OMS), que recomiendan al menos duplicar dicha inversión.
Y, efectivamente, durante un recorrido que hemos hecho por los centros sanitarios del país quedaron al desnudo las profundas deficiencias de la salud pública en el Paraguay.
La falta de infraestructura para una mayor capacidad de atención a enfermos, la carencia y obsolescencia de equipamientos, la escasez de profesionales médicos, fundamentalmente en las áreas rurales, y un agudo desabastecimiento de medicamentos e insumos son la constante en casi todo el territorio nacional, con énfasis en las zonas más aisladas.
Hospitales semirruinosos con carencia de cuestiones fundamentales, como terapia intensiva, incubadoras, baños, cocinas en buen estado, ambulancias, y sin la cantidad suficiente de médicos para una atención adecuada. Centros de salud abarrotados, con escasez de fármacos, falta de camas para pacientes, consultas en los pasillos y también la falta de profesionales de blanco. Y ni hablar de los puestos sanitarios o unidades de salud familiar (USF), donde las necesidades son aún más visibles.
Este es el sombrío panorama que presenta la salud pública de nuestro país, con “pronóstico reservado”, que iremos mostrando en sucesivas publicaciones a lo largo de esta serie.
Para comenzar, presentamos la dotación de servicios sanitarios en los 17 departamentos, con un detalle importante: para el 2015 la inversión en salud no difiere mucho a la de este año.
Los datos incluidos en la infografía corresponden a los contabilizados por los corresponsales de este diario, por lo que difieren de las planillas del MSP.
CARENCIAS DE ELEMENTOS BÁSICOS
La escasez de medicina en los puestos sanitarios se ha agudizado en los últimos tiempos, en especial en el interior del país. El Ministerio de Salud sostiene que es por la deficiencia en logística para el reparto de los fármacos, pero los médicos alegan la falta de presupuesto suficiente para la compra de más medicamentos.
FALTAN INFRAESTRUCTURA Y MÉDICOS
Numerosas zonas del país carecen de la infraestructura mínima para la atención de la salud y de profesionales. Es un problema que debe soportar gran parte de la población. Ningún médico, por ejemplo, quiere ir a atender en el Alto Paraguay por el aislamiento en el que se desenvuelve esta zona del país.
Abc
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