Según se estima, tal como ingresaron años pasados, los caracoles vinieron adheridos en cargas de los contenedores que provenían de África.
Estos invertebrados se multiplican rápidamente ya que pueden dejar 600 huevos en el suelo. Incluso llegan a superar los 20 centímetros de largo y 10 de ancho.
Así también, se diferencian de los caracoles normales ya que su caparazón es color marrón y negro, así como también es más puntiagudo.
Hasta el momento, el municipio enviará a un grupo de personal que verifique el depósito donde fueron encontrados estos caracoles y dependiendo del informe, se los podría mandar eliminar.
Estos moluscos ya se encuentran recorriendo algunas viviendas por lo que atemoriza a los pobladores de la ciudad, informó la corresponsal Rossana Villalba.
En años anteriores se pracavió a la ciudadanía sobre los daños que podrían provocar los invertebrados ya que su baba puede causar daños neurológicos en el humano.
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