- Ypacaraí.- Yacarés y carpinchos se refugiaban ayer en los pocos manchones de humedad que quedaban intactos en el Parque Nacional Ypacaraí, los humedales de más de 6 mil hectáreas de los que al menos un 80% resultaron afectados por un incendio provocado por cazadores furtivos.
“Lo que pasó es que cuando se decidió abrir el curso del río Salado para que desembocarán más fluidamente las aguas del lago Ypacaraí, se les dio la tarea de mantener limpio el curso, justamente a los cazadores de carpinchos”, denunció Aldo Méndez, del Grupo Taguato, la organización civil que alertó sobre los primeros incendios el 2 de febrero pasado y que ayudó a que un grupo de bomberos forestales y un helicóptero de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) consiguieran aplacar los focos en la zona de Ciervo Cua en San Bernardino.
Más de 4.500 hectáreas de flora se perdieron a causa del fuego causado por los cazadores para hacer salir a los carpinchos. “Queremos manifestar nuestra indignación por la falta de respuesta de la Municipalidad de San Bernardino que hizo oídos sordos a nuestros reclamos”, señaló Méndez recordando que la Ley 4.014 responsabiliza a los gobiernos comunales ante este tipo de situaciones. Allí estuvieron efectivos de los Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) y funcionarios de la Secretaría de Emergencia (SEN) y de la Secretaría del Ambiente (Seam).
Este mismo equipo trabajaba ayer en la zona de Areguá y Luque, tratando de aplacar nuevos focos de incendios aunque según dejaron en claro, únicamente una buena lluvia podría dar por terminada esta secuencia dantesca de apagones y vueltas a encender que caracterizan este tipo de eventos en sequías.
La pérdida de aves, sapos y ranas, víboras y otras especies es difícil de ser cuantificada, pero es importante según expuso Inocencia Peralta, del Centro de Investigaciones Tecnológicas (Cemit). También la flora resultó con daños de consideración lo que no es una buena noticia para el lago.
Notable bajante
Méndez recordó también que en la playa Candú de Ciervo Cua de San Bernardino, lugar de la boca de salida del lago a través del río Salado, se puede apreciar la notable bajante del nivel de las aguas. “Retrocedieron unos 20 metros dejando ver los gaviones o muros de rocas que fueron colocados en ese sitio en la década de los 90”, contó Méndez. Explicó que ante esta realidad se haría necesario frenar el tráfico de agua entre el lago y el río Salado y que para ello son fundamentales las plantas acuáticas.
Fuente: LN
Más de 4.500 hectáreas de flora se perdieron a causa del fuego causado por los cazadores para hacer salir a los carpinchos. “Queremos manifestar nuestra indignación por la falta de respuesta de la Municipalidad de San Bernardino que hizo oídos sordos a nuestros reclamos”, señaló Méndez recordando que la Ley 4.014 responsabiliza a los gobiernos comunales ante este tipo de situaciones. Allí estuvieron efectivos de los Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) y funcionarios de la Secretaría de Emergencia (SEN) y de la Secretaría del Ambiente (Seam).
Este mismo equipo trabajaba ayer en la zona de Areguá y Luque, tratando de aplacar nuevos focos de incendios aunque según dejaron en claro, únicamente una buena lluvia podría dar por terminada esta secuencia dantesca de apagones y vueltas a encender que caracterizan este tipo de eventos en sequías.
La pérdida de aves, sapos y ranas, víboras y otras especies es difícil de ser cuantificada, pero es importante según expuso Inocencia Peralta, del Centro de Investigaciones Tecnológicas (Cemit). También la flora resultó con daños de consideración lo que no es una buena noticia para el lago.
Notable bajante
Méndez recordó también que en la playa Candú de Ciervo Cua de San Bernardino, lugar de la boca de salida del lago a través del río Salado, se puede apreciar la notable bajante del nivel de las aguas. “Retrocedieron unos 20 metros dejando ver los gaviones o muros de rocas que fueron colocados en ese sitio en la década de los 90”, contó Méndez. Explicó que ante esta realidad se haría necesario frenar el tráfico de agua entre el lago y el río Salado y que para ello son fundamentales las plantas acuáticas.
Fuente: LN
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