Denunció además que la cacería, si se llegaba a autorizar, se podría haber convertido en una tremenda depredación de la especie, ya que sería realmente imposible realizar un estricto control de la cantidad y el tamaño de los animales que serían sacrificados.
"Yo veo esto además como una situación para introducir pieles del teju desde la Argentina, de la zona del Pilcomayo, para ser exportados como si fueran nuestros", afirmó el líder indígena.
El cacique sostiene que idéntica situación se generó a finales de los años '90 y comienzos de 2000, con las pieles del yacaré y el curiyú, cuando una gran cantidad de estos productos llegados del mencionado país se exportaron desde esta zona como si fueran de nuestro país.
Esto, recuerda el indígena, generó una gran pérdida económica a los cazadores de la zona, ya que ante la gran cantidad de pieles, los precios se abarataron enormemente.
Dice que en los montes de la propiedad de la comunidad, de unos 8.000 hectáreas, se puede evidenciar una gran cantidad de población del teju guasu; sin embargo, la mayoría de estos animales son considerados aún jóvenes, en etapa de crecimiento, y no poseen todavía la medida reglamentaria.
Es precisamente debido a este aspecto, y de haberse autorizado la cacería, que se podría generar una gran depredación, ya que a la hora de la cacería no importaría si los animales cuentan con la medida permitida y todos serían sacrificados, finalizó diciendo el líder de los chamacocos.
Esta comunidad, que cuenta con unos 1.000 habitantes, se encuentra al norte de la Región Occidental, a unos 900 km de la capital del país, en el distrito de Bahía Negra.
FuenteAbc
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