Arellano se refirió a la desvinculación de unos 300 trabajadores de Clínicas que ni siquiera fueron notificados de que fueron echados, sino que se percataron del hecho cuando intentaron marcar su entrada al hospital a su retorno de las fiestas de fin de año.
El director del nosocomio indicó que los afectados son profesionales que no cumplieron con sus obligaciones. “Cuando uno tiene ciertos inconvenientes, ciertas fallas, también es responsable de sus actos”, manifestó en contacto con Canal 100.
Aseguró sentirse “triste” por la medida aplicada pero insistió en que se trata de una medida administrativa que -aunque sea “antipática- “debemos tomarla de tal forma que el personal esté comprometido”.
Sobre la denuncia de los afectados, que hablaron de una persecución política y adelantaron que sus puestos serán ocupados por “leales” a las autoridades de turno, Arellano negó tal posibilidad e insistió en que “tenemos que apostar al trabajo, pero hay ciertas obligaciones que la gente olvida”.
Entre las faltas señaladas como causante de las desvinculaciones, el director mencionó que algunos no cumplían con el horario y otros no tuvieron buenos resultados en las evaluaciones. “Para nosotros es lo más triste no renovar los contratos, pero si tiene fallas...”, expresó.
Sobre los 300 puestos que quedan vacantes, señaló que deberán ser llenados nuevamente, especialmente en los servicios más esenciales, aunque garantizó que todo se dará por concurso.
VOLUNTARIAS ECHADAS DE CLÍNICAS
Sobre la decisión de echar a las integrantes de la Asociación de Damas Voluntarias del Hospital de Clínicas en San Lorenzo, Arellano indicó que todo partió de “un problema con el espacio físico”. Se apresuró a aclarar nuevamente que “no existe ningún tipo de persecución hacia nadie”.
Explicó que las voluntarias que trabajaban con los pacientes de escasos en el centro materno-infantil ocupaban un lugar que decidió destinarse ahora a oficinas administrativas del Registro Civil e Identificaciones.
Sobre la función noble que cumplían, aclaró que aún hay otros grupos de voluntarias que continuarán apoyando en el hospital. “Las damas que están vendiendo ropa y comprando medicamentos... ellas van a seguir trabajando; tienen su local, nosotros le asignamos un espacio físico”, sostuvo.
Aclaró que existen varios grupos de voluntarias y lo que se trató de hacer es “unificar y que todas ellas trabajen en un mismo lugar”. “Son varios sectores, varios grupos y a todos los invitamos a trabajar en la planta baja”, reafirmó.
Indicó que la decisión de echar a la Asociación de Damas Voluntarias en particular obedeció a que con las mismas no había un convenio de cooperación de por medio, ya que las mismas trabajaban directamente con los pacientes. “Queremos trabajar como corresponde, con convenios, de tal modo a que todo se desarrolle adecuadamente”, aseveró.
Sobre el impacto que pudiera tener esta medida en los pacientes de escasos recursos que se beneficiaban con el trabajo de las voluntarias, insistió en que “se va un grupo pero quedan otros varios”.
Abc
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