La carne paraguaya está perdiendo prestigio en Rusia.
Con su campaña, Survival intenta evitar “la rápida destrucción por parte de ganaderos del hogar en el bosque de un pueblo indígena aislado muy vulnerable” en la región del Chaco, explicó en un comunicado.
La ONG ha enviado cartas a importantes restaurantes rusos como Bizon, Café Pushkin y Turandot, entre otros, en las que les pide que dejen de comprar carne vacuna paraguaya hasta que el Gobierno del presidente Horacio Cartes respete el derecho de los ayoreos a su tierra, según indicó.
Rusia es el principal importador de carne de Paraguay, país cuya economía depende de la ganadería y la agricultura extensiva de monocultivo.
La ONG mantiene que imágenes de satélite demuestran que la compañía ganadera brasileña Yaguareté Porâ, que exporta a Rusia, ha desforestado vastas extensiones de terreno en el Chaco paraguayo.
La empresa ha talado unas 40.000 hectáreas de una propiedad de 78.549 hectáreas desde 2007, según denuncian los líderes ayoreo y las ONG locales que les apoyan, que estiman que la empresa destruye unas 600 hectáreas del milenario bosque cada dos semanas.
Los ayoreo, cuyo territorio tradicional abarca desde el sur de Bolivia hasta el sur del Chaco paraguayo, son el último pueblo indígena en América que queda fuera de la Amazonía con miembros que no han estado aún en contacto con personas externas a su comunidad.
Survival denunció que la empresa “se ha negado a dejar de clarear el bosque, pese a haber sido advertida del extremo peligro que entrañan sus trabajos para las vidas de los ciudadanos más vulnerables de Paraguay”.
“De producirse el contacto entre trabajadores de la hacienda ganadera y miembros de la tribu, los indígenas aislados ayoreos podrían resultar aniquilados por enfermedades como la gripe o el sarampión, frente a las que no tienen inmunidad”, aseguró la organización.
“Como todos los pueblos indígenas aislados, los ayoreos se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida”, añadió.
Los ayoreo totobiegosode son una de las sociedades más vulnerables del planeta, pues dependen del bosque para sobrevivir, según Survival.
El Gran Chaco perdió 502.308 hectáreas de bosque en 2013 debido a la expansión de las explotaciones agrícolas y ganaderas, principalmente en Paraguay y Argentina, y en menor medida en Bolivia, según la organización ecologista Guyra Paraguay.
“El genocidio que aniquiló a pueblos nativos de Norteamérica prosigue su estela de destrucción”, dijo hoy el director de Survival International, Stephen Corry.
“Pueblos enteros están siendo erradicados a medida que la sociedad industrializada continúa su nefasto avance, robando las tierras y recursos de los indígenas por toda América del Sur y dejando muerte y destrucción a su paso”, manifestó.
Corry pidió al Gobierno paraguayo que actúe para que los ayoreos “no se conviertan en el último sacrificio por el ‘progreso’ y la ‘civilización’”.
Estudios geográficos, jurídicos y antropológicos demuestran que el territorio histórico de los ayoreo ocupa unas 550.000 hectáreas, que ellos reclaman al Estado desde 1993, cuando los primeros grupos comenzaron a abandonar su entorno natural huyendo de la tala ilegal, según dijo a Efe su abogado, Julio Duarte.
Duarte destacó que han presentado el caso ante el Comité de Discriminación Racial de las Naciones Unidas y el Relator Especial sobre derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra.
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