Bettina Uribe (i) y Claudia Bentancor (d) denunciaron maltratos por parte de funcionarios de la aerolínea Avianca.
Bettina Uribe (34) y Claudia Bentancor (33) compraron en noviembre del año pasado un paquete turístico de la empresa Bitácora de Viajes, que incluía pasajes aéreos (ida y vuelta) con la empresa Avianca (hospedaje, servicio de traslado del aeropuerto al hotel).
Ambas tenían pensado ir de vacaciones a Santa Marta, Colombia, y la fecha del viaje fue fijada para el 19 al 28 de febrero de este año, haciendo las siguientes escalas: de Asunción debían llegar a Lima, y de allí trasladarse a Bogotá, para luego finalmente entrar a la ciudad de Santa Marta.
"Al llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar (Santa Marta), en el vuelo AV 9720, en el momento de retirar el equipaje nos percatamos que la valija de Bettina había sido abierta y luego le colocaron una cinta adhesiva de la aduana de Bogotá", comentaron en contacto con Última Hora.
Al revisar la carga, se percataron que de la misma se habían sustraído cigarrillos, un perfume y un calzado nuevo que aún no había sido utilizado por su dueña.
Bettina denunció el hecho ante un funcionario de Avianca, quien les manifestó que "eso ocurre muy a menudo" y que "con suerte, a lo mejor" podrían recuperar el valor de lo perdido. Luego les pidió a ambas completar un formulario de "reclamo de equipaje".
Resignada, la mujer decidió continuar con sus vacaciones en compañía de su amiga Claudia.
En el viaje de vuelta surgieron nuevos problemas. Primero debían ir desde Santa Marta a Medellín, y luego pasar por Lima (Perú), para eventualmente aterrizar en Asunción. Cuando se encontraban a bordo del avión con destino a Lima, Bettina pidió una manta para cubrirse del frío. Sin embargo, el personal de servicio ignoró el pedido. "Solicitamos la presencia de un superior y manifestamos la incómoda situación, por lo que el personal fue reprendido", señaló.
El funcionario que las dejó hablando (a quien no identificaron) volvió al lugar donde se encontraban las paraguayas y les lanzó el tejido bruscamente encima de sus rostros. Esto indignó a las mujeres y por esa razón volvieron a llamar al personal encargado para quejarse. El encargado no tuvo más opción que pedir disculpas por el caso y les ofreció dos tragos de cortesía con picadas de maní. Las mujeres llegaron posteriormente a Lima para subir al vuelo de regreso a Paraguay.
"Debíamos aguardar una hora, y al subirnos al vuelo AV907, a las 22.00, saludamos al personal de Avianca y nos sentamos en nuestros lugares. Luego de un instante, y sin haber despegado aún, un personal de la aerolínea nos preguntó si consumimos alguna bebida alcohólica y si estábamos en condiciones de viajar, a lo que respondimos que en el vuelo anterior nos habían servido dos tragos de cortesía por un mal momento que pasamos", relataron.
Fue en ese momento donde surgió una discusión entre Bettina y el personal de la aerolínea. La mujer les manifestó su deseo de denunciar el maltrato recibido. Entonces, los funcionarios de Avianca tomaron sus palabras "como una amenaza" y las obligaron a descender del vuelo, según Bettina.
De vuelta al aeropuerto de Lima, un supervisor de la aerolínea les dijo que por culpa del comportamiento no podrían realizar el vuelo de regreso. "Nos dijo que no sabía cuándo habría un vuelo disponible y que si queríamos podíamos ir a un hotel y volver al otro día a averiguar nuestra situación", recordaron. Y como no contaban con el dinero suficiente, el personal de guardia las consoló ofreciéndoles "un café" y posteriormente las dejó solas sin explicarles cómo retomar el viaje.
Durante su estadía en Perú, Bettina realizó una denuncia formal ante el Indecopi (Servicio de Atención al Ciudadano), solicitando que la aerolínea procediera a embarcar a ambas en el próximo vuelo, y que se les ofreciera además hospedaje y movilidad durante la espera. "Ante esto la institución que obra de mediador confirmó que la empresa Avianca se rehusaba a llegar a alguna conciliación", dijo la mujer.
Ante la falta de ayuda por parte de los funcionarios de la aerolínea, las paraguayas quedaron a su suerte dentro del aeropuerto de Lima. "Pasamos la noche literalmente sentadas en el piso del aeropuerto sin ningún tipo de comunicación, pasando frío y sed", comentaron bastante molestas.
A primeras horas del 1 de marzo, dos funcionarias de la oficina de informes turísticos les prestaron dos computadoras para que las paraguayas pudieran comunicarse con sus familiares. Esto en vista de que habían aceptado pagar una "penalización" de más de 300 dólares para retomar su vuelo.
"Al fin con los tickets emitidos y en mano, fuimos a Migraciones y nos informaron que les parecía raro que la aerolínea no nos comunicara que el hecho de no poseer entrada al país significa el pago de una multa, que en este caso era de 6 dólares", comentaron tras el regreso. "También nos dijeron que era obligación de las mismas aerolíneas facilitarnos dicha información", añadieron.
Tanto Bettina como Claudia volvieron hace unas semanas e informaron del hecho a la Policía y al consulado del Perú en nuestro país, sitio en donde no dieron respuesta alguna a la denuncia.
Las mujeres buscan que se les devuelva el costo total del vuelo y una indemnización por daños y perjuicios ocasionados por los funcionarios de Avianca.
UH
Bettina Uribe (34) y Claudia Bentancor (33) compraron en noviembre del año pasado un paquete turístico de la empresa Bitácora de Viajes, que incluía pasajes aéreos (ida y vuelta) con la empresa Avianca (hospedaje, servicio de traslado del aeropuerto al hotel).
Ambas tenían pensado ir de vacaciones a Santa Marta, Colombia, y la fecha del viaje fue fijada para el 19 al 28 de febrero de este año, haciendo las siguientes escalas: de Asunción debían llegar a Lima, y de allí trasladarse a Bogotá, para luego finalmente entrar a la ciudad de Santa Marta.
"Al llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar (Santa Marta), en el vuelo AV 9720, en el momento de retirar el equipaje nos percatamos que la valija de Bettina había sido abierta y luego le colocaron una cinta adhesiva de la aduana de Bogotá", comentaron en contacto con Última Hora.
Al revisar la carga, se percataron que de la misma se habían sustraído cigarrillos, un perfume y un calzado nuevo que aún no había sido utilizado por su dueña.
Bettina denunció el hecho ante un funcionario de Avianca, quien les manifestó que "eso ocurre muy a menudo" y que "con suerte, a lo mejor" podrían recuperar el valor de lo perdido. Luego les pidió a ambas completar un formulario de "reclamo de equipaje".
Resignada, la mujer decidió continuar con sus vacaciones en compañía de su amiga Claudia.
En el viaje de vuelta surgieron nuevos problemas. Primero debían ir desde Santa Marta a Medellín, y luego pasar por Lima (Perú), para eventualmente aterrizar en Asunción. Cuando se encontraban a bordo del avión con destino a Lima, Bettina pidió una manta para cubrirse del frío. Sin embargo, el personal de servicio ignoró el pedido. "Solicitamos la presencia de un superior y manifestamos la incómoda situación, por lo que el personal fue reprendido", señaló.
El funcionario que las dejó hablando (a quien no identificaron) volvió al lugar donde se encontraban las paraguayas y les lanzó el tejido bruscamente encima de sus rostros. Esto indignó a las mujeres y por esa razón volvieron a llamar al personal encargado para quejarse. El encargado no tuvo más opción que pedir disculpas por el caso y les ofreció dos tragos de cortesía con picadas de maní. Las mujeres llegaron posteriormente a Lima para subir al vuelo de regreso a Paraguay.
"Debíamos aguardar una hora, y al subirnos al vuelo AV907, a las 22.00, saludamos al personal de Avianca y nos sentamos en nuestros lugares. Luego de un instante, y sin haber despegado aún, un personal de la aerolínea nos preguntó si consumimos alguna bebida alcohólica y si estábamos en condiciones de viajar, a lo que respondimos que en el vuelo anterior nos habían servido dos tragos de cortesía por un mal momento que pasamos", relataron.
Fue en ese momento donde surgió una discusión entre Bettina y el personal de la aerolínea. La mujer les manifestó su deseo de denunciar el maltrato recibido. Entonces, los funcionarios de Avianca tomaron sus palabras "como una amenaza" y las obligaron a descender del vuelo, según Bettina.
De vuelta al aeropuerto de Lima, un supervisor de la aerolínea les dijo que por culpa del comportamiento no podrían realizar el vuelo de regreso. "Nos dijo que no sabía cuándo habría un vuelo disponible y que si queríamos podíamos ir a un hotel y volver al otro día a averiguar nuestra situación", recordaron. Y como no contaban con el dinero suficiente, el personal de guardia las consoló ofreciéndoles "un café" y posteriormente las dejó solas sin explicarles cómo retomar el viaje.
Durante su estadía en Perú, Bettina realizó una denuncia formal ante el Indecopi (Servicio de Atención al Ciudadano), solicitando que la aerolínea procediera a embarcar a ambas en el próximo vuelo, y que se les ofreciera además hospedaje y movilidad durante la espera. "Ante esto la institución que obra de mediador confirmó que la empresa Avianca se rehusaba a llegar a alguna conciliación", dijo la mujer.
Ante la falta de ayuda por parte de los funcionarios de la aerolínea, las paraguayas quedaron a su suerte dentro del aeropuerto de Lima. "Pasamos la noche literalmente sentadas en el piso del aeropuerto sin ningún tipo de comunicación, pasando frío y sed", comentaron bastante molestas.
A primeras horas del 1 de marzo, dos funcionarias de la oficina de informes turísticos les prestaron dos computadoras para que las paraguayas pudieran comunicarse con sus familiares. Esto en vista de que habían aceptado pagar una "penalización" de más de 300 dólares para retomar su vuelo.
"Al fin con los tickets emitidos y en mano, fuimos a Migraciones y nos informaron que les parecía raro que la aerolínea no nos comunicara que el hecho de no poseer entrada al país significa el pago de una multa, que en este caso era de 6 dólares", comentaron tras el regreso. "También nos dijeron que era obligación de las mismas aerolíneas facilitarnos dicha información", añadieron.
Tanto Bettina como Claudia volvieron hace unas semanas e informaron del hecho a la Policía y al consulado del Perú en nuestro país, sitio en donde no dieron respuesta alguna a la denuncia.
Las mujeres buscan que se les devuelva el costo total del vuelo y una indemnización por daños y perjuicios ocasionados por los funcionarios de Avianca.
UH
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