No es novedad que al abordar unidades del transporte público, suban personas a ofrecer productos de diversa índole solicitando "un minuto de su amable atención y con el permiso del señor conductor". Lo extraño -pero no imposible- sería que un estudiante de la carrera de aviación, suba ofreciendo tortas para completar sus estudios. Sin embargo, ese caso existe y es el de Julio Olmedo Cabrera (27).
Esto fue lo que llamó la atención del músico Rolando Chaparro, quien tuvo la oportunidad de cruzarse con Julio en una unidad de la línea 30 y decidió grabar una entrevista explicando el tan particular motivo que lo orilló a pedir dinero en buses.
Ya en entrevista con ABC Color, Julio comenta que actualmente se encuentra iniciando el segundo año de su carrera de Piloto Aviador Civil para la empresa Tam, cuyas clases teóricas las inició en agosto del 2013 en PZ Flight Academy.
"En octubre (de este año) terminé todas las materias y empecé a volar hace 15 días. La empresa te hace practicar 40 horas de vuelo y a partir de ahí hay dos opciones: o pagar las horas de vuelo hasta completar 300 o "pescar" por alguien con quien pueda ir a volar", explica.
Es por este motivo que Julio decidió vender tortas. Para ahorrar y juntar el dinero reconociendo que la posibilidad de conseguir que lo dejen practicar no es segura. Considerando el monto de G. 800.000 por hora, para aplicar debe conseguir al menos G.240.000.000 menos las 40 horas que incluye la carrera.
Comenta que en marzo de 2011 le cupo la oportunidad de viajar a Dubai y trabajar como tripulante de cabina por dos años y cuatro meses y fue ahí donde descubrió que lo que más quería en la vida era "trabajar volando".
"Ahorré bastante estando allá para pagar todo el curso y con las 40 horas ya incluidas, pero en el futuro no sé si podré volar muy a menudo y estoy haciéndome de dinero para poder pagar mis horas de vuelo y adelantar lo más rápido posible", prosigue.
Explica que la idea de vender tortas surgió luego de intentar varias propuestas entre sus allegados. Agrega que la torta la prepara él mismo con una receta de su abuela. Cada porción cuesta G. 3.000 y son ofertadas una vez a la semana en la línea 30, cuando el joven se dirige a sus prácticas de vuelo. Indica que inició el 15 de octubre y que hasta el momento logró juntar lo equivalente a una hora de vuelo.
Destaca que durante sus viajes en los buses pudo notar la solidaridad de las personas que escuchan atentamente su repertorio. "Hay personas que compran y otras que me dan el dinero y me dicen que deje la porción, pero yo insisto. Una vez, un muchacho que se llama Marcos Zárate me dio G. 10.000 y me dijo 'tomá amigo, yo te doy porque soy piloto de la Fuerza Aérea' y me mostró su uniforme. Fue impresionante".
Nacido el 24 de setiembre de 1987, Julio es el menor de tres hermanos. Apenas terminó el colegio, ingresó a la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional en la carrera de Periodismo, pero la abandonó porque no llenaba sus expectativas. Luego estudió música, guitarra y canto. Cuando iniciaba la carrera de Marketing logró la beca para viajar a Dubai. Habla inglés, francés, italiano y portugués.
Atendiendo la gran cantidad de personas que quieren ayudarlo, Julio puso a disposición su red social en Facebook para contactar con él. Ingrese a su perfil haciendo clic aquí.
Abc
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